Cuando Caitlyn Jenner dio a conocer su gran transformación el pasado año, mucha atención se prestó a su cuerpo, pero los cambios más significantes tuvieron lugar en su rostro. Había pasado de ser Bruce para convertirse en la femenina Caitlyn, haciendo gala allá donde fuera de su total transformación en una auténtica mujer. La famosa se sometió a diversas cirugías estéticas para conseguir su nueva apariencia, mediante un procedimiento conocido como Cirugía de Feminización Facial.
La historia de uno de nuestros pacientes transgénero
La realidad es que hay muchas Caitlyn Jenner a nuestro alrededor. Por ejemplo, Sara (nombre ficticio) de 50 años y paciente de Icifacial.
Sara estuvo casada con una mujer hasta que decidió romper con el protocolo al que se había visto sometida y revelarse como lo que de verdad sentía ser: una mujer. Desde que hace 10 años confirmara su condición transgénero, Sara ha salido a la calle bajo la atenta mirada de otros y escuchando comentarios tipo “mira, es un hombre vestido de mujer”.
Nuestra paciente no podía experimentar en su totalidad la mujer que sentía dentro porque al mirarse al espejo y al salir a la calle todo le recordaba que había nacido hombre.
Hace dos años acudió a la consulta del doctor Germán Macía en busca de una forma de completar el ciclo que necesitaba para ser una mujer.
Tras una rinoplastia y una cirugía de mentón y basa mandibular, Sara pudo por primera vez ver en el espejo la mujer que tanto había soñado encontrar. Ahora es una mujer feliz que comparte su vida de nuevo con la que un día fue la esposa de aquel hombre triste e incompleto.
La cirugía de feminización facial se centra principalmente en la redefinición del óvalo facial y el resto de rasgos que conforman el rostro para dotarlo de más suavidad. El cirujano determinará en cada caso qué procedimientos abordar dependiendo de la fisionomía del paciente.
«Para conseguir un rostro más femenino, hay que suavizar mucho sus rasgos, algo que se consigue principalmente con una nariz más fina, unos pómulos más elevados y voluptuosos y un contorno facial más delgado», afirma el doctor Macía.
Cabe destacar, como añade el cirujano, que “la feminización facial es una cirugía complicada, que implica estudiar al detalle cada rasgo facial para conseguir los resultados deseados”, por este motivo el cirujano debe de estar especializado en esta rama.
Los pacientes transgénero son cada vez más conscientes de que existe ayuda médica disponible para mejorar la calidad de sus vidas.
A pesar de que es una cirugía pensada en primera instancia para pacientes transgénero, las mujeres con un rostro masculinizado también pueden beneficiarse de la feminización facial. Por lo general, éstas tienden a adquirir rasgos más masculinos a medida que envejecen. Las cejas comienzan a caer y las mejillas están más vacías. Todo se puede solucionar con este procedimiento.
Por último, siempre es importante que el paciente tenga claro que el primer y último objetivo de su cirugía, independientemente de si se es transgénero o no, es hacer algo por si mismo, sin tener la necesidad de agradar a los demás. Entonces el éxito está asegurado.
