Técnicamente, se define como un defecto congénito de las estructuras que forman la boca formado como consecuencia de que los dos lados del labio superior no crecieron a la vez.
Las anomalías del labio leporino y paladar hendido suelen presentarse simultáneamente o por separado.
El labio leporino suele darse en familias con un historial de esta anormalidad en alguno de los padres, en otro niño o un pariente inmediato; aunque en familias sin los antecedentes mencionados también puede ocurrir.
Diversos estudios apuntan que ciertos factores ambientales pueden reaccionar con ciertos genes específicos e interferir en el proceso normal del desarrollo del labio.
Complicaciones debidas al labio leporino y el paladar hendido
El labio leporino y el paladar hendido conllevan, aparte de la anomalía estética, conllevan otras posibles complicaciones relacionadas, entre ellas:
- Infecciones de oído y pérdida auditiva
- Retardo del habla y del lenguaje: La apertura del paladar y del labio provoca una disfunción muscular que puede originar un habla anormal o retardo en el habla. En este caso el médico le debería derivar a un terapeuta del habla o logopeda.
- Problemas en la alimentación del bebé: Como consecuencia de la anomalía del paladar hendido, el bebé no puede succionar adecuadamente ya que el paladar no está formado por completo.
- Problemas odontológicos: Al no tener un correcto paladar, los dientes tendrán dificultades para erupcionar y colocarse correctamente. A la larga, se requerirá un tratamiento de ortodoncia.
Cirugía de labio leporino
Este tipo de cirugía se hace para corregir el defecto físico y evitar las afecciones mencionadas anteriormente: problemas de lactancia, la alimentación o el habla.
Los médicos recomiendan que esta cirugía se produzca a una edad temprana, preferentemente antes de que el bebé cumpla tres meses de edad. La operación del labio leporino puede realizarse por etapas o en una sola intervención, según la severidad. Todo dependerá del peso y la salud general del bebé, y la gravedad de la hendidura.
En la cirugía del labio leporino, se suele aplicar en algunas ocasiones anestesia general (permanecerá dormido y sin sentir dolor). El cirujano maxilofacial arreglará los tejidos y coserá el labio, con suturas muy pequeñas, procurando que la posterior cicatriz sea lo más pequeña posible.
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