Recuperación tras blefaroplastia
El exceso de piel en los párpados superiores o inferiores o tener un abultamiento superior al deseado hace que muchos usuarios decidan someterse a una intervención de blefaroplastia.
Esta operación, al igual que otras de cirugía plástica que afecta a órganos o partes de vital funcionamiento para desenvolverse diariamente, tiene un post operatorio un tanto delicado porque el paciente deja de utilizar normalmente la visión durante unas horas o días.
Al menos, debe saber esto antes de que se someta al quirófano y es conveniente que tenga a disposición a personas que puedan atender sus necesidades más básicas de cuidados y atención.
Al hacerse con anestesia local, el paciente sufre las molestias típicas hasta que los efectos de la anestesia van desapareciendo. Pero los síntomas a los que se enfrenta el paciente tras la intervención tienen que ver con la falta momentánea de visión, la tirantez o sensación de apretura de los párpados. Además de doloridos, algo que se puede controlar con los medicamentos que prescribe el cirujano que hizo la operación.
Para evitar el resequedad de la piel y mantenerla lubricada para ayudar a la flexibilidad típica de estas zonas, el doctor aconseja pomadas con antibiótico que facilita la curación inmediata, pero las compresas frías y con agua helada bajan la inflamación y calman el dolor.
Leer, ver televisión, estar ante el ordenador, ponerse lentes de contacto o ante corrientes de climatización está totalmente desaconsejado. Además, conviene mantener el rosto elevado para disminuir los moretones iniciales, también a la hora de dormir, que se aconseja hacer con algunas almohadas que permitan dormir con el torso y la cabeza elevados aunque no sea lo más cómodo.
Es una operación que lleva puntos, los cuales se suelen retirar entre el tercer día y una semana tras la intervención, pero es un procedimiento sencillo y no presenta inconvenientes excepto un leve sangrado repentino que se va en pocos minutos con la aplicación de compresas frías.
Los pacientes sin demasiada prisa por volver a su agenda normal, esperan hasta una semana o 12 días antes de someterse a la vida diaria, para lo cual conviene usar gafas para salir y evitar el sol directo en la zona. Esto mantiene alejada la posibilidad de que se formen cicatrices notorias, ya que se trata de que sean precisamente imperceptibles.
Evitar hacer movimientos bruscos, rápidos o forzados con los ojos es otra de las precauciones para una recuperación completa.
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