La deformidad más frecuente de las orejas es el hecho de que sean “de soplillo” (despegadas de la cabeza). La operación para solucionar este problema se conoce con el nombre de otoplastia.
¿En qué consiste la operación de las orejas de soplillo?
Su correción es una operación sencilla que se realiza mediante una incisión en la cara posterior de la oreja y que consiste en la resección y remodelación de la estructura cartilaginosa del pabellón auricular. La cicatriz queda por tanto oculta detrás de la oreja.
Sin embargo, todo procedimiento quirúrgico implica riesgos, aunque sean en menor medida. Es esencial, por tanto, hablar de ellos y recibir toda la información relacionada con la intervención, para que así cada paciente sea consciente totalmente de su decisión.
Los resultados de la otoplastia serán evidentes desde el primer momento y definitivos desde los 4 hasta los 6 meses posteriores a la intervención. Por lo general, suele realizarse en niños de entre 4 y 16 años, por los complejos que esta deformidad de las orejas suele suponer desde corta edad. La cirugía se realiza de manera simultánea, con anestesia local, en ambas orejas, aunque el problema se dé solo en una de ellas con el fin de lograr una simetría total.
¿Cómo es el postoperatorio de la otoplastia?
El postoperatorio de la otoplastia suele ser un proceso muy rápido y llevadero, aunque al principio supondrá molestias e incomodidad al paciente, como suele ser habitual en la mayoría de intervenciones. Con la prescripción de analgésicos de nuestros cirujanos plásticos, será más sencillo.
Además, también llevará un control e informará del tratamiento y cuidado de la zona, dándole especial énfasis a la higiene, evitando así infecciones. Tras un par de días o 3, el vendaje será retirado de la zona y el paciente tendrá que utilizar otro de manera nocturna, facilitando la comodidad.
Durante el postoperatorio, también será habitual la inflamación de las orejas y los dolores de cabeza, menores a medida que pase el tiempo. Sin embargo, si persisten con los días, habrá que acudir al cirujano, que evaluará la recuperación y pondrá el tratamiento adecuado.
Tras la primera semana, se podrá recuperar la rutina normal, pudiendo volver al colegio o al trabajo, aunque no se podrán ver los resultados hasta después de tres o cuatro semanas, al bajar la inflamación de la operación.
Tras haberos contado un poquito más acerca del proceso de recuperación de la otoplastia, nosotros lo tenemos claro… ¡Nuestras orejas son perfectas por fin!
Deja una respuesta