Estas sustancias estimulan el rejuvenecimiento de la piel, y mejoran su hidratación, elasticidad y resistencia, con lo que la cara se muestra visiblemente más sana, fresca y tonificada. Se aplica sobre todo en las áreas de la cara que sufren de flacidez.
Los gestos y muecas van creando surcos cada vez más profundos en nuestra cara que se van haciendo más evidentes con el envejecimiento. La piel además va perdiendo su hidratación natural y el colágeno, con lo que las arrugas son más pronunciadas y marcadas, y como consecuencia más difíciles de eliminar.
Para tratar las arrugas finas o más gruesas hay diferentes tipos de terapia las cuales se pueden asociar entre ellas para obtener un resultado más satisfactorio:
Tratamientos de medicina estética
Diferentes sustancias o toxinas pueden ser aplicadas en las arrugas de expresión, principalmente en el tercio superior de la cara: entrecejo, arrugas frontales y patas de gallo.
Con la colocación subdérmica de estas toxinas conseguimos la relajación de la musculatura subyacente facial lo que comporta a una disminución o incluso desaparición de dichas arrugas.
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Desde hace años esta tóxina es el rey de las técnicas de rejuvenecimiento facial poco invasivas. Es considerado un procedimiento sencillo con unos resultados visibles prácticamente de forma inmediata son las claves de su éxito. Eso sí, es clave elegir a un especialista. Las infiltraciones se realizan directamente en los músculos de la cara y provocan su relajación. Quien las realice ha de ser un experto en anatomía facial, alguien que sepa exactamente qué musculos ha de tratar.
Los efectos de este tratamiento perduran unos cinco o seis meses y se suele aplicar en la zona del entrecejo, para relajar la expresión de ceño fruncido que causa esa típica arruga del centro de la frente, y en el contorno de los ojos, sobre todo.
ÁCIDO HIALUR0NICO
Es una sustancia que se encuentra de forma natural en el cuerpo humano, por lo que es uno de los rellenos faciales más utilizados, porque el organismo no lo interpreta como algo extraño. Al contrario, el ácido hialurónico es reabsorbible. Sin embargo, sus efectos no son permanentes puesto que se disipan al cabo de un periodo de entre 12 y 24 meses, dependiendo de la persona.
El procedimiento es sencillo: el ácido se infiltra en las arrugas y líneas de expresión, que se rellenan al momento. Se trata de un tratamiento ambulatorio y no requiere anestesia. El contorno de ojos, la zona de alrededor de la boca y la zona nasogeniana son las áreas faciales más tratadas con esta sustancia.